Romina Escobar admite haber actuado bajo efectos del alcohol

Romina Escobar, destacada en plataformas sociales gracias a sus videos en TikTok, se encuentra en una situación legal delicada después de ser enviada a prisión preventiva por orden del Juzgado Primero de Paz de San Salvador. La mujer de 28 años enfrenta acusaciones por múltiples delitos, incluidos daños a un vehículo de la Policía Nacional Civil (PNC), sustracción de una gorra policial y uso inadecuado de uniforme oficial. Este asunto ha desatado un intenso debate en las redes sociales y entre el público debido a la naturaleza de los acontecimientos y el contexto del incidente.

El incidente fue revelado después de que un video publicado por Romina se volviera viral en redes. En el video, se observa a la influencer golpeando un vehículo de la PNC y mostrando una gorra estatal. Según el testimonio de Romina, el video se grabó mientras estaba bajo la influencia del alcohol, un error que ha admitido públicamente. Aunque ha pedido disculpas y solicitado someterse a pruebas toxicológicas para evidenciar su estado de ebriedad durante el hecho, las autoridades no procedieron con dichas pruebas, lo que ha suscitado críticas y cuestionamientos sobre la gestión del caso.

El caso salió a la luz después de que un video subido por la propia Romina se volviera viral. En el material, se observa a la tiktoker golpeando una patrulla de la PNC y mostrando una gorra policial. Según las declaraciones de la acusada, el video fue grabado mientras se encontraba bajo los efectos del alcohol, lo que ella misma ha reconocido públicamente como un error. A pesar de sus disculpas y su solicitud de realizar pruebas toxicológicas para demostrar su estado de embriaguez en el momento del incidente, las autoridades no accedieron a realizar dichas pruebas, lo que ha generado críticas y cuestionamientos sobre el manejo del caso.

Este no es el primer conflicto de Romina con el sistema judicial. En agosto del 2024, la Fiscalía General de la República la imputó por robo y amenazas con agravantes en un caso vinculado a un conductor de servicios digitales. En esa oportunidad, Romina evitó la cárcel tras alcanzar un acuerdo con la víctima. Sin embargo, sus antecedentes han llevado a que las autoridades esta vez adopten una actitud más severa.

El presente caso ha generado una variedad de opiniones en las redes sociales. Algunos usuarios sostienen que las acciones de Romina constituyen una infracción seria que merece un castigo severo, mientras que otros opinan que la detención preventiva es desproporcionada, sobre todo teniendo en cuenta que la joven afirma haber estado bajo la influencia del alcohol y que no se realizaron pruebas toxicológicas para confirmar su estado.

El caso actual ha desatado diversas opiniones en redes sociales. Algunos usuarios argumentan que los actos de Romina son una falta grave que deben ser sancionados con firmeza, mientras que otros consideran que la medida de prisión provisional es excesiva, especialmente considerando que la joven asegura haber actuado bajo los efectos del alcohol y que no se realizaron pruebas toxicológicas para corroborar su estado.

Por su parte, la PNC ha mantenido su postura, señalando que los daños ocasionados a la patrulla y el hurto de la gorra representan delitos que no pueden pasarse por alto. Además, el uso indebido de uniforme oficial constituye una falta que puede afectar la imagen institucional de la Policía.

El caso también ha puesto en la mira el impacto de las redes sociales en situaciones legales. La viralización del video de Romina, en el que se evidencia su conducta, ha sido un elemento clave en el proceso judicial y ha contribuido a que el caso sea seguido de cerca por la opinión pública. Algunos especialistas argumentan que este tipo de exposición puede influir en la percepción de las autoridades y en las decisiones judiciales.

Mientras tanto, Romina permanecerá en prisión provisional hasta que se realice la próxima audiencia, donde se determinará su situación legal. Su caso pone de manifiesto las complejas intersecciones entre las redes sociales, la justicia y la opinión pública en la era digital.

By Jaime Navarro