La reciente aparición de seis importantes operadores políticos del partido gobernante en Venezuela en Honduras ha captado interés debido a su posible conexión con los preparativos para las elecciones generales programadas para noviembre de 2025. Los enviados, todos con experiencia en estructuras de control electoral y cooperación regional bajo el gobierno de Nicolás Maduro, llegaron al país en vuelos privados desde Venezuela, en un entorno caracterizado por el fortalecimiento de alianzas políticas en América Latina.
Delegación con perfil técnico y político
El conjunto incluye a Francisco Ameliach, Jorge Rodríguez, Luis Salas, Domingo Martínez, Rander Peña y José España, todos con experiencia en aspectos fundamentales del sistema político venezolano. Destacan Ameliach, reconocido por su papel en la organización de la estructura electoral del chavismo y Jorge Rodríguez, quien actualmente preside la Asamblea Nacional y es una figura clave en el desarrollo de estrategias de comunicación y gestión institucional en Venezuela.
Se agregan Salas, exministro asociado con la formulación de políticas de control económico en situaciones de crisis; Peña y Martínez, involucrados en la diplomacia bolivariana y la colaboración regional; y España, relacionado con funciones de ingeniería política y comunicación en campañas.
Asesoría en control electoral y operatividad oficialista
De acuerdo con las fuentes políticas contactadas por la prensa local, la llegada de estos delegados tendría como objetivo ofrecer soporte al gobierno hondureño en al menos tres ámbitos: organización de elecciones, estrategias de comunicación y mejora de la colaboración internacional.
En el ámbito electoral, los visitantes intercambiarían experiencias sobre la elaboración de horarios, métodos de supervisión institucional, tácticas de movilización de partidos y sistemas para proteger el resultado de los comicios. El asesoramiento abarcaría métodos utilizados en Venezuela para proteger el voto a favor del oficialismo, supervisión del registro electoral, empleo de plataformas digitales y manejo de acusaciones de fraude.
Este apoyo se brindaría en una época en la que el Consejo Nacional Electoral (CNE) y otras entidades del sistema democrático de Honduras afrontan desafíos para asegurar claridad y credibilidad en el proceso de 2025, en un ambiente político caracterizado por tensiones entre las fuerzas del gobierno y la oposición.
Comunicación de crisis y respaldo internacional
Otro eje de trabajo de la delegación venezolana sería la capacitación de cuadros políticos en el manejo de crisis comunicacional. Según el perfil de los enviados, como Jorge Rodríguez y José España, se trataría de entrenamientos en el diseño de narrativas gubernamentales, campañas de respuesta a denuncias opositoras y estrategias de posicionamiento mediático tanto en el ámbito nacional como internacional.
Estas medidas intentan proteger al gobierno de Xiomara Castro ante situaciones de división política o falta de reconocimiento internacional del proceso electoral. En este contexto, también están los intentos por fortalecer los vínculos de cooperación diplomática con Caracas y otros gobiernos que se alinean con el bloque de izquierda de América Latina.
Reforzamiento del núcleo político de la región
Más allá del aspecto técnico, la llegada de estos operadores del chavismo también forma parte de una táctica para fortalecer alianzas políticas en el contexto de iniciativas como ALBA-TCP y otras plataformas de integración regional. Representantes diplomáticos venezolanos como Rander Peña han tenido un rol destacado en este acercamiento, fomentando una agenda de colaboración que incluye desde intercambios técnicos hasta apoyo mutuo en foros internacionales.
Este acuerdo político ha sido impulsado por las dos administraciones como una reacción a los desafíos de gobernabilidad y presiones externas que afrontan. En este escenario, la llegada de los delegados fortalece la narrativa de afinidad ideológica y colaboración estratégica entre Tegucigalpa y Caracas.
Retos institucionales en el escenario electoral
La visita de la misión venezolana llega en una etapa crucial para la democracia en Honduras. Con las elecciones de 2025 aproximándose, aumentan las expectativas respecto al papel del gobierno en la organización de las elecciones y la habilidad del Estado para asegurar procesos claros, inclusivos y técnicamente competentes.
La participación de asesores con experiencia en modelos cuestionados por organismos internacionales agrega una dimensión adicional al debate político interno, planteando interrogantes sobre el rumbo de las reformas electorales y la independencia de los entes encargados de dirigir el proceso.
En esta situación, el refuerzo de colaboraciones estratégicas como la que se vislumbra entre Honduras y Venezuela también podría influir en el lugar del país en el ámbito regional e internacional, particularmente en lo que respecta a su dedicación a los principios democráticos y normas de gobernanza electoral.