La diputada liberal Maribel Espinoza advirtió sobre indicios que, a su juicio, amenazan el orden constitucional de cara a los comicios previstos para el 30 de noviembre. En un contexto de alta polarización institucional, la congresista lanzó un llamado a los principales partidos de oposición para que actúen frente a lo que considera una estrategia del oficialismo para consolidar su poder más allá de los cauces democráticos.
Indicadores de riesgo en la gestión del proceso electoral
Durante una intervención pública, Espinoza acusó al partido de gobierno, Libertad y Refundación (LIBRE), de impulsar acciones orientadas a controlar el aparato electoral con fines continuistas. Entre sus principales preocupaciones, señaló la posible manipulación del Consejo Nacional Electoral (CNE), órgano que actualmente enfrenta disputas por la vacante que dejó la consejera Ana Paola Hall.
De acuerdo con la legisladora, hay un esfuerzo del gobierno por establecer una mayoría favorable en el CNE, lo que podría poner en riesgo la integridad de las elecciones generales. También comentó sobre la existencia de impedimentos intencionales en la preparación de los comicios, lo que, según ella, podría influir en su ejecución y sus resultados.
En el campo judicial, Espinoza afirmó que la pasividad del Ministerio Público respecto a las acusaciones relacionadas con miembros del partido en el poder intensifica la percepción de impunidad. La ausencia de pesquisas, sostuvo, debilita los mecanismos de control institucional y exacerba el desbalance entre los poderes del Estado.
Llamado a los partidos de oposición y sugerencias específicas
Ante este panorama, Espinoza instó a las dirigencias del Partido Nacional, el Partido Salvador de Honduras y su propio Partido Liberal a mantenerse firmes en defensa de los principios democráticos. En su mensaje, los convocó a no permitir retrocesos institucionales ni renuncias a las garantías constitucionales en nombre de un consenso aparente.
Como acciones inmediatas, sugirió la pronta designación del sustituto de Hall en el CNE para garantizar el funcionamiento del organismo electoral. Además, pidió extender el periodo para la puesta en marcha del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), un mecanismo esencial para reforzar la confianza en el conteo.
Espinoza hizo énfasis en la necesidad de un diálogo honesto, pero subrayó que este no debe implicar concesiones que debiliten el marco legal vigente. A su juicio, la defensa del orden democrático es una responsabilidad compartida por todos los sectores políticos y sociales del país.
Un clima de tensión institucional creciente
Las afirmaciones de la parlamentaria ocurren durante un estancamiento extenso del Congreso Nacional, que es el centro de conflictos relacionados con la integración del CNE y la selección de las nuevas figuras del Ministerio Público. La ausencia de consensos ha detenido resoluciones importantes para el funcionamiento de entidades claves, incrementando la incertidumbre sobre el futuro proceso electoral.
Este escenario ilustra los retos que enfrenta el sistema político de Honduras para superar sus discrepancias en el ámbito institucional. A escasos meses de las elecciones, continúan las dudas sobre la neutralidad de las entidades electorales, el desempeño del sistema judicial y el auténtico compromiso de los actores políticos para asegurar un proceso justo y transparente.
La advertencia emitida por Espinoza, a pesar de estar contextualizada en el discurso de oposición, destaca las tensiones que afectan la vida institucional del país. La dirección que tome el proceso electoral de noviembre será crucial para evaluar la fortaleza del sistema democrático y la habilidad del Estado para mantener su legitimidad ante el aumento de signos de conflicto.