En Honduras, la discusión sobre la función de las Fuerzas Armadas en los comicios electorales ha ganado importancia a raíz de una serie de incidentes que han provocado polémica y dudas. Un reporte de auditoría interna del Consejo Nacional Electoral (CNE) atribuyó a las Fuerzas Armadas errores logísticos en las elecciones primarias, mientras que el desarme selectivo de ciertos oficiales ha levantado preguntas sobre la imparcialidad de la entidad militar.
Ante este panorama, el abogado y constitucionalista Julio César Barrientos ha abogado por una reforma constitucional que excluya a las Fuerzas Armadas de toda función electoral, argumentando que su participación compromete la transparencia y equidad del proceso.
Informe del CNE y cuestionamientos al rol militar en elecciones
El documento de revisión del CNE descubrió importantes fallas en la adherencia al protocolo de logística por parte de las Fuerzas Armadas durante las elecciones primarias. Se encontraron cambios de rutas no justificados, retención de vehículos de transporte electoral, distribución parcial de equipos tecnológicos en áreas rurales y carencia de comunicación entre líderes militares y coordinadores electorales. Estas anomalías causaron demoras en el inicio de la votación y sembraron incertidumbre respecto a la transparencia del proceso. La ausencia de una reacción del alto mando militar y del gobierno ante estas denuncias ha profundizado la desconfianza.
Frente a esta problemática, los grupos opositores han demandado una evaluación del acuerdo entre el CNE y las Fuerzas Armadas, la intervención de observadores internacionales y revisiones externas al sistema de transmisión de resultados. En este marco, el abogado Barrientos ha tachado de «anticuada, peligrosa y manipulable» la norma constitucional que confiere a las Fuerzas Armadas la tarea de resguardar urnas, distribuir los materiales electorales y brindar apoyo logístico al CNE. Barrientos sostiene que la implicación militar en procesos civiles pone en riesgo la imparcialidad institucional y facilita las presiones políticas y el fraude.
Propuesta para cambio en la constitución y malestar en las fuerzas armadas
Barrientos sugiere modificar la constitución para que las tareas electorales sean gestionadas por una Dirección Técnica Electoral vinculada al CNE, pero con personal civil, capacitación especializada y absoluta transparencia. Esta iniciativa pretende actualizar y proteger los procesos electorales de cualquier intervención militar. La propuesta de Barrientos se alinea con una tendencia creciente que demanda elecciones civiles y desmilitarizadas.
A pesar de ello, la polémica no solo se enfoca en los errores organizativos y la iniciativa de enmienda constitucional. La decisión tomada por el Estado Mayor conjunto de desarmar selectivamente a ciertos oficiales de las Fuerzas Armadas ha despertado inquietud en varios sectores. De acuerdo con fuentes castrenses y manifestaciones, el desarme no se estaría implementando de manera uniforme, sino únicamente a oficiales que han expresado opiniones independientes o críticas al gobierno. Esta acción ha sido vista como un intento de purga silenciosa dentro del cuerpo militar, lo cual ha provocado tensión y malestar entre oficiales de rango medio y alto.
El temor principal entre líderes de oposición es que, ante una posible derrota del oficialismo en las urnas, el gobierno pretenda usar a las Fuerzas Armadas para desconocer los resultados o reprimir manifestaciones. Estos eventos han alimentado las dudas sobre la deriva del gobierno y la posible manipulación de las instituciones armadas.